 | | El baño es un espacio para el cuidado del cuerpo y el alma. Para un cuidado placentero del cuerpo, es necesario contar con una lámpara de espejo que ilumine la cara de forma favorecedora, creando pocas sombras. Como agradable contraste a una luz directa de espejo suave, dispersa y con pocas sombras, BRUCK aconseja utilizar una luz difusa estimulante y dirigida. Normalmente la luz difusa es la luz dispersa y la luz directa, la dirigida. En la iluminación de espejos se utiliza la pauta contraria. En los baños pequeños o en los lavabos de invitados la mayoría de lámparas de espejo proporcionan suficiente luz difusa de manera automática. Sin embargo, en los de mayor tamaño son necesarias dos fuentes de luz separadas. En los momentos de comodidad, cuando el baño se convierte en un oasis de bienestar, las velas proporcionan la luz ambiente ideal. | | ||||
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